Si te asusta la Montaña, baja a tierra

Me cuenta la gran cicloturista Amalia Fuster que lo mejor para no asustarnos con la montaña es mirar al suelo. En la QH vamos a ver mucha montaña y lo mejor será hacerle frente con un entrenamiento específico pero sencillo. Los novatos no pueden poner excusas, con estos consejos subir el Marie Blanque se hará duro, pero podremos conseguirlo.

Sólo faltan dos meses para la Quebrantahuesos y ahora es indispensable ponerse serios y afrontar la realidad, las montañas están ahí. Cuatro cumbres como colosos. Si además eres de la llanura manchega aún te impresionará más ver tanta altura a la que hacer frente en bici. Sin embargo, con un poco de paciencia y unos buenos desarrollos todo es posible.

¿COMPACT, TRIPLE PLATO O EL CLÁSICO?
Como siempre, lo primero que hay que hacer es andar mucho en bici. Pedalear durante etapas largas nos ayudará a estar a gusto en la misma posición durante horas y, para qué negarlo, hay que esforzarse un poco más cada salida y hacer entre 160 y 180 kilómetros una vez por semana.
Cuando esto está superado, o al menos asumido, y somos capaces hasta de comer sopa mientras pedaleamos, habrá que analizar bien qué tipo de desarrollos tenemos y ajustar al máximo la combinación para no quedarnos nunca “cortos”. Es el momento de invertir un poco en la bici y añadir alguna corona que nos pueda dar más variables. Será la única garantía para no subir los puertos andando. Si durante nuestras etapas de entrenamiento hemos puesto “todo lo que teníamos” y aún así vamos totalmente atrancados y hemos de plantarnos sobre la bici o hacer eses muy abiertas, es que nos estamos equivocando con los desarrollos. Para los novatos podemos decirlo con un símil: no se puede subir la rampa del garaje con la cuarta marcha del coche.
Es necesario comprobar qué tenemos puesto en la bici. Para resolver este tema basta con contar los piñones del plato pequeño y los de la corona grande. Si contamos más de la combinación 39/25 nos vamos a quedar cortos. Mejorar las variables del cambio de marchas puede hacerse añadiendo un plato, que es la opción más cara porque requiere, en muchas ocasiones, cambiar también la maneta. La segunda posibilidad es colocar un compact, con esto mantenemos dos platos pero uno considerablemente más grande que el otro, por ejemplo 5034 (dependiendo del caso habrá que cambiar las bielas). Por último, y siempre que la rueda lo permita, podemos añadir alguna corona para tener 9, o cambiar la más grande por una aún mayor, aunque los cambios más modernos incluyen 10.

SUBIR A LO GRANDE EN MONTAÑAS PEQUEÑAS
Todos los que preparamos la QH estamos haciendo grandes esfuerzos. Algunos leerán este artículo el domingo por la tarde con fuertes dolores en las piernas, pero otros además hemos tenido que aprender lo que es un puerto “tendido” (que tiene zonas de pendiente muy suave o incluso alguna pequeña bajada), o lo que es “echar el pié a tierra”(andar empujando la bici durante las cuestas más duras). Sin embargo, una vez asumida nuestra inocencia, lo que más puede desmoralizarnos es pensar que no veremos las montañas pirenaicas hasta el día de prueba, por lo que entrenar en nuestro entorno será sólo una pequeña parte de lo que encontraremos.
A pesar de esto, si comenzamos a subir nuestros puertos cercanos con un piñón menos del habitual, y luego con dos piñones menos, el esfuerzo será más parecido al que haremos el 21 de junio. Cuando las montañas que tenemos cerca de casa no tienen mucha pendiente y además las conocemos perfectamente porque las hemos subido cientos de veces, el truco no está sólo en subirlas cada vez más rápido, sino esforzándonos más. Sin llegar a subir con plato grande, poner un piñón mediano nos ayudará el día de la prueba. Por un lado porque al subir el Portalet no nos vendrá a la cabeza la idea de “si las montañas de mi pueblo las subo con este desarrollo, ¿qué me estará pasando?” y por otro lado porque realmente habremos ganado mucha fuerza en las piernas y aunque llevemos el desarrollo más cómodo no nos quedaremos cortos. Subiremos de forma ágil, tal vez los más expertos verán nuestras piernas como pequeños molinillos, pero con cuatro puertos que subir lo importante será avanzar y no cansarse en extremo.
Cuando hagamos etapas largas de montaña e intentemos esforzarnos un poco con desarrollos más duros, debemos tener mucho cuidado con las rodillas. Al primer síntoma de molestia subir un piñón para ir más ágiles o provocaremos sobrecargas. Hay que recordar también estirar siempre después de la etapa. Practicad esto poco a poco y si es necesario subir dos o tres veces un puerto de 10 kilómetros como si hiciéramos series corriendo, manteniendo siempre la velocidad y haciendo igual la primera que la última. Si subimos la primera vez con una media de 20 km/ h pero la siguiente bajamos a 17 y luego a 15 km/h, no servirá de nada. Esto ya lo vamos a experimentar el día de la prueba, pero durante el entrenamiento hay que mantenerse constante. En el último extremo, en la QH podemos llevar los protectores de las calas y andar un poquito por la montaña, pero seguro que esta imagen no le gusta a nadie y para evitarla debemos seguir entrenando.

CONOCER LA PRUEBA CON INFORMACIÓN, NO CON ANÉCDOTAS
Los foros ciclistas están plagados de historietas y anécdotas sobre la Quebrantahuesos, a todos nos emociona contar las sensaciones que tuvimos, lo bonito del paisaje, aquel que llevaba una bici de carbono tope gama e iba el último, esos que iban en un tándem… Todo esto nos da una idea de lo que vamos a disfrutar, pero lo mejor para evitar las sorpresas del recorrido será informarnos bien de todo. La web oficial de la marcha (www.quebrantahuesos.com) explica extensamente los puertos y sus características. También debemos tener en cuenta los controles. Aunque la meta se cierra tras 12 horas y media de la salida, no podemos hacer la primera mitad en tres horas y dormirnos para hacer el resto. Para eso están los controles, que pretenden poner pequeños objetivos y que siempre vayamos con buen ritmo. De poco servirá coronar Somport el primero, si luego llegamos a la Hoz de Jaca el último. Estando informados de los avituallamientos y los controles podremos regular mejor el peso que llevamos encima y las medias que debemos llevar en cada segmento. Aunque no se debe escatimar con la comida y mucho menos con los líquidos, sabiendo que hay agua cada ciertos kilómetros no debemos angustiarnos. Los detalles de la prueba también permiten conocer en qué puntos hay más peligro de caídas, la situación del asfalto y ayuda con el alojamiento.